Rosario Bravo de 97 años vive desde 1960 en la Ronda de Torrassa 95, sobreático primero. Tiene 97 años y una salud muy delicada. Pasa temporadas en casa de uno de sus hijos. Un día los vecinos advirtieron que había gente en su piso. La habían desahuciado por error, se equivocaron con el piso de abajo. Los hijos llegaron a tiempo de impedir el robo de todas sus pertenencias. Pero faltan muchas cosas. Nadie sabe donde están. La propiedad no sabe nada. El juzgado que no acudió al desahucio tampoco. El cerrajero no se sabe quien fue. Nadie asume ninguna responsabilidad y la propiedad del bloque, gran tenedor, no quiere pagar una indemnización justa.
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