Maika vive con su marido y sus dos hijos en una antigua oficina bancaria de la Caixa Catalunya en la calle Mare de Déu de Port. El despacho del director es hoy la habitación de matrimonio. Su hijo pequeño solo ha visto esa casa desde que nació. Viven solo en una parte de la sucursal, ya que en la otra hay una plaga de chinches que no les deja dormir y en el sótano las ratas les muerden los zapatos.
3 de nov. 2024
2 de nov. 2024
Intimidades desahuciadas (13) Jacint Ferrer, el desahucio del siglo.
A Jacint todo el barrio lo conoce. Nació en 1927 y tenia tres años cuando su familia se instaló en la calle Ruiz de Padrón 60, año 1931. Durante 40 años regentó la pollería del barrio. Se casó y vivieron con su mujer y sus hijas allí. En 2018 alguien compro su piso sin que él lo supiera. Al cabo de poco tiempo le dejaron de cobrar el alquiler. Sorprendido un día recibió una carta de desahucio por impago. La movilización de todo el barrio logró que Jacint pudiera quedarse en su casa hasta su muerte.
1 de nov. 2024
Intimidades desahuciadas (12) El saqueo de la casa de Rosario.
Rosario Bravo de 97 años vive desde 1960 en la Ronda de Torrassa 95, sobreático primero. Tiene 97 años y una salud muy delicada. Pasa temporadas en casa de uno de sus hijos. Un día los vecinos advirtieron que había gente en su piso. La habían desahuciado por error, se equivocaron con el piso de abajo. Los hijos llegaron a tiempo de impedir el robo de todas sus pertenencias. Pero faltan muchas cosas. Nadie sabe donde están. La propiedad no sabe nada. El juzgado que no acudió al desahucio tampoco. El cerrajero no se sabe quien fue. Nadie asume ninguna responsabilidad y la propiedad del bloque, gran tenedor, no quiere pagar una indemnización justa.
31 d’oct. 2024
Intimidades desahuciadas (11) El container de Mzia.
Mzia nació en Racha, Georgia, en 1956. Llegó a Barcelona el año 2018 y desde entonces vive con su hijo en unos antiguos containers que servían de casetas del desaparecido campo de futbol de La Magória en Sants. Sin agua y sin luz, ha adecentado el espacio lo mejor posible. El plan «Endreça» del alcalde socialista Collboni incluye la eliminación de todas las viviendas de fortuna en la ciudad aunque sea sin ningún tipo de alternativa habitacional.
30 d’oct. 2024
Intimidades desahuciadas (10) La vecina del refugio
Isi Saez lleva diez años viviendo junto a su compañero en un piso de 1945 de la calle Tapioles del Poble Sec. No tiene ascensor, las paredes son de papel y los cerramientos son originales. El edificio está catalogado ya que cuenta con un refugio en el sótano. Un día llamaron a su puerta para comunicarles que un fondo inversor había comprado todo el bloque, que se harían obras para poner un ascensor y que cuando se les acabase el contrato no renovarían a los vecinos. Les ofrecieron comprar los pisos por un precio que no pueden pagar: 320.000€. Han decidido unirse junto a otros bloques de pisos comprados por los mismos fondos especuladores, es este caso Second House, vinculado con Renta Corporación cuyo principal accionista es Luis Hernández de Cabanyes.
29 d’oct. 2024
Intimidades desahuciadas (9) La Blanca del Carrer dels Boters.
Blanca tiene 80 años y cuando entró de novia en su casa de la calle Dels Boters 5 en 1969, hizo bendecir el piso. Sin que le fuese comunicado el piso lo compró una abogada que lo quería dedicar a alquiler vacacional como inversión. Aprovechándose de la edad avanzada de Blanca y el impago de una factura de 88€, la nueva propietaria Susana Martínez Callejón, consiguió tras 7 intentos de desahucio, que Blanca acabara en una pensión fuera de su casa y barrio de toda la vida.
28 d’oct. 2024
Intimidades desahuciadas (8) El pelo de Yolanda.
Yolanda tiene 30 años y dos hijos de 9 y 5 años. Hace siete años que vive en un quinto piso sin ascensor de la calle Rasos de Peguera de Ciutat Meridiana, propiedad de la Sareb que forma parte del programa «reallotgem» de la Agència de l’Habitatge de Catalunya. Intenta que le concedan el piso, pero le dicen que tiene que pasar por una lista de espera que dura dos años. Después de cuatro intentos de desahucio, empieza a perder el pelo.
27 d’oct. 2024
Intimidades desahuciadas (7) El hotel de Jordi.
Jordi Papell vive en un piso de Via Laietana número 42. Es el hotel Ilunion Almirante. Pero Jordi no es un turista, lleva 66 años viviendo allí. Vio como los propietarios de los bajos iban echando a todos los inquilinos y comprando los pisos para convertir el edificio en un hotel. Pero decidió quedarse. Ahora para entrar y salir de su casa se codea con maletas, le dejan el correo en recepción y su piso ocupa un total de 6 habitaciones de hotel. La propiedad sigue esperando algún resquicio para poder echarlo.
26 d’oct. 2024
Intimidades desahuciadas (6) La vida de Victoria.
Victoria Sunday y su hijo Abraham alquilaron el piso de la calle Perafita 65 en 2018 con un alquiler de 355€ al més. Durante la pandemia Victoria perdió su trabajo de limpiadora de habitaciones de hotel y no pudo seguir pagando. En 2021 le llegó la demanda de desahucio. Ha intentado negociar la deuda sin éxito con la propiedad Budmac Investiments, empresa que se dedica a la adquisición y promoción de pisos.
25 d’oct. 2024
Intimidades desahuciadas (5) La grieta de Lluïsa.
La Lluïsa es de Sant Andreu de toda la vida y vive con su madre en el primer piso de una casa antigua de la calle Otger donde la familia reside desde hace cinco generaciones. Emilia, su madre de 90, años nació allí. La propiedad, Gabriel Ribó, de Sant Andreu de toda la vida y primo hermano de los propietarios de Finques Campanyà, tienen cerrado y en estado de abandono el resto del edificio. Al reclamar Lluïsa la reparación de una grieta por las obras de un edificio vecino la propiedad advirtió del mal estado de la finca para justificar que se pueda demoler y construir una nueva promoción de pisos.
24 d’oct. 2024
Intimidades desahuciadas (4) El exilio de Sergio.
La familia de Sergio (Barcelona 1977) vivía en el Barrio del Raval desde hacia 90 años. Los últimos años Sergio y su madre Enriqueta vivían juntos, ella enfermó y él la cuidó hasta su muerte. Al quedarse solo enfermó y no se dio cuenta de que la propiedad ya no cobraba el alquiler de la cuenta de su madre durante varios meses. Intentó negociar los impagos, pero la propiedad aprovecho para pedir su desahucio. Lo echaron de la casa familiar y ahora está en casa de una hermana. Quiere volver a su barrio de toda la vida.